¡Deslizate!

Existen ocasiones en las que uno quiere escribir algo y no puede, no le sale. Coge folios, cuadernos, facturas, en busca del pedazo de papel que se deje imprimir con algo bueno, que exprese eso que bulle en tu cabeza.

Pero no siempre se puede, a veces hay que saber ceder ante la negativa de las musas. Asumir que quizá no sea tu momento, que debes seguir acumulando cosas que contar, vivirlas, compartirlas y volver a deslizarte sobre el papel. Volver a deslizarte...

Reciclajes varios

En algunas ocasiones el hombre se da cuenta de lo malo que resulta para todo lo que le rodea. A veces mira a su alrededor y ve la cantidad de basura circundante y que, en su totalidad, él mismo ha producido. Envases, restos, desperdicios. Luego crea la ilusión del reciclaje, para no sentirse tan culpable. Y ya está, todo autojustificado. Creo basura, pero la reciclo. Sin darse cuenta de que la única solución es no seguir creándola.Ya hay demasiada, por mucho que se recicle.

Eres lo que consumes, y lo que consumes siempre termina en la basura.

El mundo nos lo da todo y nosotros le pedimos más para que un tipo decida que esta temporada se llevan los cuadros...


¡Sácame de esto!

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Mañana tras mañana abro los ojos esperando ver algo nuevo, pero siempre obtengo el mismo resultado: 07:00 en el despertador, la luz entra con timidez por la persiana a medio bajar y tu pelo alborotado inunda la almohada.
Me pregunto que espero encontrar si nunca busco nada.

Quiero atraparme en la maraña de tu melena, ser una mosca cautiva en tu rubia telaraña. Esperar que me devores lentamente después de darme tu veneno.

Devorame, atrapado entre tus patas. Camufla el infierno de cada mañana escondiéndome en tu sexo. Hazme creer que es sábado, que el despertador se ha equivocado y que puedo seguir aquí, con mi cabeza en tu pecho que sube y baja distraido, esperando que me marche, que me marche como hago cada mañana.

Escribir sin más.

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Escribir, escribir sin más. No necesitar ni motivo ni beneficio. Simple y llanamente escribir. Dar forma a las ideas con el trazo de tu letra. Plasmar la belleza que percibes en cada instante. Compartir olores, colores y sabores que ni huelen, ni lucen ni saben. Conocer aquel jardín que un día tú imaginaste, pero que nunca existió. Soñar con el ayer, manipular el mañana. Confundir ese sueño y esta realidad. Usar sin complejo alguno el legado del lenguaje, cediendo el protagonismo merecido a todo aquello que guardas sin saberlo. Descubrir verdades, inventar mentiras. Colgar guirnaldas en cada palabra que navega en el papel, náufraga en sí misma, navegante en compañia de su Armada.
Amar, querer, admirar, rechazar, contemplar, hablar, enriquecerse, vivir y emocionarse. Y todo en uno y uno en todo.
Escribir, escribir sin más.

Barras negras en tu frente

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Mismos colores, mismos patrones para todos.
Mismos horarios y mismas vacaciones.
Mismos rumores y mismas ambiciones.

Barras negras en tu frente para conocer tu nombre y tu precio.

Página a página

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Página a página he sufrido mil desamores, he perdido a mis seres más queridos o me he visto dominado por un Estado omnipotente.
Página a página he gozado del sexo, del romanticismo, he liderado revueltas y he respirado libertad.
Página a página he estado en enormes guerras, he estado en reuniones de dos. Incluso en la mente de uno.
Página a página uno corre, nada o vuela.
Página a página uno saborea, ve, escucha, huele y toca.
Página a página uno vive y muere mil y una veces
Y un día cerré el libro, apague la luz y dormí.
Creía que mi sueño era profundo, pero desperté empapado en sudor, ansioso, agobiado. Así que encendí la luz de nuevo y volví a abrir el libro.

De nuevo en el andén

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De nuevo en el andén, mirando indeciso las indicaciones de las próximas salidas. Tantos destinos obligan a escoger. Paro a un transeunte y le pregunto un número del 1 al 20, tras insistirle me responde: el 12. Me encamino al andén 12, me siento en un banco y espero. Viene un tren, me monto. Busco un sitio libre y dormito. Viene el revisor, me llama la atención por viajar sin billete; me echa del tren en la siguiente parada."Medina del Campo" rezan los letreros del nuevo andén. Me echa de la estación el personal de seguridad. La estación es pequeña, así que la rodeo y cuando llega un nuevo tren me monto en él. De nuevo me encontrará un revisor que me echará del tren y de nuevo encontraré otro tren en el que colarme. Tengo la sensación de que sólo alcanzaré mi destino, sea el que sea, en el viaje que no tope con un revisor. El día que pueda fluir, aunque sea sobre dos railes.

Pupilas dilatadas

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Pupilas dilatadas, corazón acelerado y sudor frío en mis mejillas. Ella ha vuelto a venir y ha sumido mi consciencia en un carrusel sin sentido. Sus aureos cabellos arremolinados en torno a su nívea tez, salpicada de dos rayos verdes de esperanza y una leve línea de pasión que encierra un paraíso húmedo y acogedor.Todo en ella desprende vida y alegría, esperanza y risa. Cada vez que esboza una sonrisa parece que mil fuegos alumbraran el camino de la felicidad, ese camino que avanza irremediablemente hacia su pecho y su regazo, descanso digno de dioses.Tan sólo la lira de Febo podría describirte, y aún con sus artes no llegaría a plasmar tu poder ante unos ojos mortales. De haberte conocido Paris, sin dudarlo, te hubiera hecho entrega de la manzana. Menelao solo hubiera soportado su pena de haberte conocido. Y suerte bien distinta a la de Eco te hubiera hecho correr Narciso.Todos hubieran sucumbido a tu presencia.

Si mi memoria no me engaña

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Si mi memoria no me engaña fue con 13 años cuando mis padres me llevaron al médico por mi apatía, por mis pocas ganas de vivir. Recuerdo que fue en aquella época de mi vida cuando empecé a ser consciente de lo que desde entonces es la única verdad que considero absoluta. Una verdad muy simple: que yo, tal como me conozco, moriría antes o después.Que mis recuerdos, mis actos y mi cuerpo solo se dirigen hacia un lugar, la tierra. Que ni la fama ni el reconocimiento podrían evitarlo, pues solo serian recuerdos de otro individuo que, al igual que yo, está destinado a la tierra.Con el paso del tiemp he asumido mi naturaleza y mi destino.